La toma de decisiones consiste en un proceso en el cual una persona elige una opción que existe entre distintas alternativas o formas para resolver una situación, éstas pueden ser en distintas áreas, como son: en el área laboral, familiar, personal, académica, entre otras, es decir, en todos los ámbitos que puedan existir en la vida de un ser humano.
Cuando una persona tiene un problema, hace uso de su razonamiento y pensamientos, basándose en sus creencias, valores y principios y hasta en los rasgos de su personalidad, y es cuando comienza el proceso de analizar todas las alternativas existentes, buscando la diferencia entre una y otra, valora los pro y contra, y por último llega al resultado final que es la decisión.
La toma de decisiones en cuanto al ámbito laboral y vocacional, por ejemplo, es un proceso que nos acompaña a lo largo de nuestras vidas, se trata de explorar y experimentar en nuestras obligaciones con algún trabajo, así como también de comprender aptitudes, intereses, habilidades y valores que caracterizan a cada ser humano. Tomando en cuenta esto, es importante destacar que en el proceso de toma de decisiones es relevante los pasos que sigamos al momento de planear o hacer un proyecto de vida, esto se puede considerar de la siguiente manera: elaborar premisas, identificar las alternativas existentes, evaluar las alternativas basándose en las metas que deseamos alcanzar, y finalmente tomar la decisión.
Al momento de tomar una decisión, las personas lo hacen de distintas formas, entre estas podemos mencionar el estilo impulsivo, que es cuando tomamos decisiones de manera rápida, sin reflexionar ni evaluar las consecuencias, sólo respondemos únicamente a los deseos que tenemos en el momento. Se encuentra también el estilo dependiente, en este las personas tienen presente únicamente las opiniones de los demás, buscando de ésta manera la aprobación y valoración de los mismos, olvidándose de sus propios sentimientos y deseos. Contrario a éste, existe el estilo autónomo, la persona no se deja influenciar por su medio. En el estilo racional, encontramos a esas personas que reflexionan y meditan antes de tomar la última decisión, buscan información, buscan opiniones, analiza las posibles consecuencias que traería cada alternativa, aquí las personas se pueden pasar hasta días analizando, y por lo regular, buscan hacerlo de manera calmada y segura.
Lo recomendable es utilizar el estilo racional, debido a que ayuda a aumentar las probabilidades de tomar decisiones lógicas y con fundamento, logrando de ésta manera que las personas alcancen al máximo las metas propuestas de acuerdo a la situación y que la misma sea satisfactoria y positiva. Algunos de los pasos que podemos tomar en cuenta al momento de tomar una decisión, son:
1.-Definir de manera clara y concreta el problema.
2.-Escribir todas las posibles soluciones que se nos ocurran en el momento, teniendo en cuenta que en este paso ninguna idea es mala ni buena, porque cualquiera podría ser la mejor solución.
3.-Analizamos todas las ideas que anotamos anteriormente (escribimos los pro y los contra de cada una).
4.-Descartamos las ideas que consideremos menos favorables para la solución que andamos buscando. Aquí nos inclinaremos por la idea que consideremos más factible y con más probabilidades de resultados positivos.
5.-En este quinto paso, tomaremos la decisión y la ejecutaremos.
6.-De ser necesario, podremos reiniciar el proceso, basándonos en los pasos anteriores.