Todas las emociones son necesarias para tener un equilibrio en nuestras vidas. El enojo es una emoción que en momentos específicos nos puede dar fuerzas para seguir nuestro camino, a superar obstáculos, e incluso puede ser parte de la resiliencia, ésta emoción nos puede ayudar a superar momentos difíciles. Pero algunas personas suelen confundir el enojo con la ira, o suelen pasar de la ira a la violencia, y es en ese momento que ésta emoción se convierte negativa.
La ira nos puede llevar a dar respuestas agresivas o hirientes, y recuerda que no hay ninguna justificación para la violencia. Existe un dicho que dice así: Hay cosas en la vida que no se pueden recuperar:
- Una piedra después de haber sido lanzada.
- Una palabra después de haber sido declarada.
- Una oportunidad después de haberla perdido.
- El tiempo después de haber pasado.
La violencia lleva consigo un objetivo, que es lastimar a los demás, e incluso a uno mismo, por eso no hay justificación alguna para un acto de violencia. Es importante aprende a canalizar nuestras emociones, en especial la ira. Si llegas a cometer un acto de violencia o agresividad hacia otra persona, es importante que te rectifiques, hagas consciente esa conducta negativa, analices en qué fallaste y decidas corregir, eso te hará crecer en el área personal y ser una persona asertiva y más madura.
Cuando sientas ira, el primer paso para corregirla es reconocerla, toma consciencia de ese comportamiento negativo y agresivo que estás asumiendo, decide y sume el compromiso de cambiar; reconoce todas aquellas cosas que sientes que te encienden de rabia.
Cuando ya sepas eso que te molesta y ves que se puede presentar un hecho que te disguste, evita reaccionar, respira profundo y cierra los ojos, hazlo cuantas veces sea necesario para no estallar, no dejes que la situación te lleve fuera de control; pregúntate: ¿si estallo con violencia lograría solucionar ésta situación?
Otra manera recomendable de manejar la ira, es practicando alguna actividad física al aire libre, con disciplina y constancia, y procura en lo posible que sea una actividad que implique hacer fuerza física, también se considera favorable que sea al finalizar las actividades rutinarias diarias, de esta manera podrás liberar todo el estrés por el que pasaste en el día.
En las noches, antes de dormir, practica alguna técnica de relajación, puedes escuchar música relajante, leer libros de relación, buscar videos por la web que te vayan indicando cómo relajarte, esto te ayudará a hacer conciencia de tus problemas, así como también a bajar los niveles de estrés y ansiedad, y verás que lograrás conciliar el sueño igual que un bebe.
Habla con tus seres queridos o algún confidente acerca de tus problemas o aquellas que cosas que te están afectando o consideras que están robando tu paz interior, con esto evitaras que esos problemas se conviertan al tiempo emociones reprimidas o rabia contenida.
Ten presente que cuando enfocamos el enojo hacia los demás nos puede generar tensión emocional, pero si enfocamos el enojo en una solución, nos ayudará a crecer.
