El cáncer es el resultado de un mal funcionamiento en el DNA (parte de la programación celular que controla el crecimiento y la reproducción de las células). Las células nuevas deberían tener una producción regular y lenta, pero cuando el DNA funciona de manera inadecuada hace que las células crezcan y se reproduzcan de manera excesivamente rápida y sin dejar algún beneficio en el cuerpo.
Debido a las consecuencias psicológicas que deja ésta enfermedad en las personas que la padecen, el psicólogo juega un papel importante atendiendo a pacientes que la padezcan, teniendo en cuenta que el cáncer suele ser en algunos casos, un acompañante por muchos años, por lo que las intervenciones encaminadas a reducir sus efectos y a mejorar su afrontamiento son esenciales.
El cáncer está vinculado más con el estilo de vida que llevan algunas personas que con los factores genéticos, sin embargo, existen estudios que revelan que algunos cánceres (como son el de colon y el de mamas) intervienen factores genéticos. A su vez, existen investigaciones que han tratado de vincular el cáncer con la personalidad de las personas. Por ejemplo, el cáncer de mama fue atribuido a conflictos relacionados con el rol de ser madre, con la feminidad, hostilidad reprimida hacia la progenitora, o la dificultad de expresar o descargar emociones negativas. También se ha vinculado al cáncer aquellas personas cuyos rasgos de personalidad son: despreocupadas o sumisas, éstos repirmen las emociones que influyen en su funcionamiento social y emocional. Tambien se han encontrado en algunos estudios una esrecha relación entre el cáncer y la depresión y el mal manejo del estrés.
Ahora bien, dentro de las intervenciones para esta enfermedad podemos mencionar las farmacológicas, las conductuales y las intervenciones psicoterapéuticas. En este caso, hablaremos sobre las dos útlimas. En cuanto a las intervenciones cognitivo-conductuales, los problemas relaciones con el cáncer se han centrado en la depresión, el estrés, el dolor, apetito y en los efectos secundarios de la quimioterapia, radioterapia y otros tratamientos para el cáncer. Se ha implementado intervenciones para reducir el estrés, basadas en la meditación de atención plena. Se recomienda el ejercicio físico como una intervención general para mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer, debido a que estudios han revelado que los ejercicios tienen efectos positivos en la calidad de vida después de un diagnóstico de cáncer. Terapias como la relajación, la hipnosis, la reevaluación cognitiva, imaginación visual y autohipnosis son métodos que han demostrado ser útiles en cuanto al control del dolor que produce el cáncer.
Las intervenciones psicoterapéuticas se centran en satisfacer las necesidades psicológicas y de información al paciente con cáncer, dentro de éste tipo de intervenciones podemos encontrar la terapia individual, terapia de grupo, terapia familiar y grupos de apoyo. En la terapia individual se trabaja como una intervención en una crisis, se trata de centrar la terapia en los problemas específicos del paciente y no de un análisis general de largo plazo. Dentro de esos problemas podemos encontrar el dolor que produce la enfermedad, el miedo a la muerte, temor por perder algún órgano después de alguna intervención quirúrgica, dificultades prácticas como discriminación en el trabajo, dificultad en las relaciones interpersonales, problemas en la comunicación.
En las intervenciones psicoterapéuticas se trabaja especialmente en ayudar al paciente a hacer uso de los recursos personales que posea, así como también desarrollar algunos nuevos que se consideran importantes en este proceso, como son el optimismo y autocontrol, así como también de los recursos y apoyos sociales.
La familia puede ayudar o entorpecer la adatación a la enfermedad, por lo que se recomienda que los familiares también asistan a las terapias. El apoyo social y familiar juega un papel importante en la adaptación de la enfermedad de la persona que la padece. Se han creado varios programas para ayudar a los pacientes con cáncer a adaptarse a los problemas que les plantea cualqueir tipo de cáncer, en este tipo de intervención se brinda educación e información útil para favorecer la adaptación a la enfermedad. En los grupos de autoayuda los pacientes con cáncer comparten sus preocupaciones emocionales, estar en compañía de personas adaptadas que tienen la misma enfermedad, puede satisfacer la necesidad que tienen otros pacientes en cuanto a la información y apoyo social.