Experimentamos la emoción de los celos cuando tenemos un vínculo con una persona, y tenemos un miedo intenso de perderla, estos pueden aparecer en personas adultas, adolescentes e incluso niños. Se puede sentir celos de una pareja, de nuestros amigos más cercanos, del empleo que actualmente tenemos, hay niños que sienten celos de sus padres o hermanos, cualquier cosa que ahorita tengamos y valoremos mucho, nos puede despertar eso que llamamos celos.
Existen celos racionales e irracionales, los racionales son aquellos que nacen después de una experiencia vivida o algo que sea real, por ejemplo: cuando una mujer encuentra mensajes comprometedores de otra mujer en el teléfono de su esposo, aquí puede comenzar un celo racional, ya que viene de algo real. Por otra parte, se encuentran los celos irracionales, que son aquellos que comienzan con ideas que solo están en nuestras mentes, por ejemplo: cuando las mujeres celan a sus esposos aun cuando nunca han encontrado un motivo que justifique tal emoción, es decir, estos nacen cuando dejamos que nuestra mente vuele, y nos dejamos llevar por ideas, pensamientos o creencias que solo están en la mente, permitiendo así que roben nuestra paz y tranquilidad.
Podemos comenzar por sentir una amenaza de perder algo o a alguien, por ejemplo, una persona que tiene una relación de pareja, puede llegar a sentir que existe un tercero, y éste le puede quitar su pareja. Vemos a ese tercero como un “ladrón” que nos viene a arrebatar algo o a alguien. Después de sentir esta amenaza, comenzamos a controlar, vigilar, revisar, nos convertimos como en detectives privados, buscando una evidencia que certifique lo que está en nuestra mente. La persona celosa, puede llegar hasta prohibirle cosas a la persona que cela, por ejemplo: un hombre cuando le dice a su esposa que no se coloque faldas tan cortas ni escotes; también puede verse en los padres que no dejan que sus hijos tengan novio o novia “hasta que no cumplan cierta edad”.
Lo que no tenemos presente es que nuestras creencias o ideas tienen alta probabilidades de que sean cumplidas, esto funciona como una ley de atracción, aquellos que estás constantemente pensando, sin querer, lo estás deseando, y en algún momento será cumplido, debido a que en esos momentos de celos, juega un papel preponderante el miedo, y esta emoción no es más que la fe que puedas tenerle a lo malo o a lo negativo, y la fe es una creencia que funciona como un fuerte deseo, bien sea para bien o para mal.
Cuando estés experimentando estos sentimientos o emociones, recuerda que un mal deseo funciona de la misma manera a un buen deseo, con la diferencia que el primero está fusionado a la forma equivocada de cumplirlo, por esta razón, hazte dueño de tus pensamientos, controla tus ideas y elimina todo aquello que roba tu paz interior, duda de todo aquello que sientes que está perturbando, critica todos los pensamientos negativos, y por último, determina todo aquellos que quieres pensar, creer y sentir.